Triunfé pero caí

Ayer estaba muy feliz. SP1 trabajaba otra vez y yo tenía tooda la mañana para mí, es decir: toooda la mañana conectada a Internet. Y es que tanta paciencia y meticulosidad tiene su recompensa. Me refiero a que después de buscar por activa y por pasiva todo tipo de paginas donde pudiera conocer a la mujer de mi vida, 5 (y bastante guapas) me contestaron. Explicaré brevemente el proceso: me meto en el "Google" y escribo "lesbianas", o "contacto lesbianas" o "chats lesbianas" y un largo etcétera de palabras clave como esas, y a parte de los chat donde todas las tías en realidad son tíos salidos; todos los contactos donde , a parte de los salidos, hay un montón de camioneras (que no es que tenga nada en contra pero es que no me ponen) y un montón de fotos falsas, pues mire y miré durante largas horas perfil por perfil cual catalogo de moda. Y había algunas taaaaan guapas... ay [suspiro] y tan difíciles [resignación]. Siempre me gustan más las inalcanzables, será por eso del reto que suponen y tal. El caso, que a la tarde cinco bellas mujeres me habían contestado a mis graciosos, irónicos y con aspecto de naturales (pero más que requetepensados) comentarios. Pero llegó SP1 y no pude seguir leyéndolo por eso de sus celos y sus paranoias e inseguridades. Y es que piensa que necesito buscar amantes por ahí, y que va, si yo solo quiero conocer gente (bolleras, es verdad, pero sin animo de lucro). Y con mi sonrisa de oreja a oreja por el éxito de mi labor, decidimos darles de cenar a los perros otra vez arroz porque se me ha acabado el pienso y olvide (mejor dicho, no tenía ganas) de ir a la furgoneta a por el resto de la bolsa. Total, que después del paseo nocturno y mientras le ponía a mi perra la correa, el tontolaba de Patxi (el perro de SP1) echó a correr y cual escena de película se escabullía entre las piernas de todo aquel que intentaba pararle la fútil carrera, hasta que oh! dramático final, se fue hacia la carretera y le atropelló un coche. A parte de los gritos del perro, los gritos del dueño y de demás personal del parque y la travesía, Patxi sólo se había roto las patas de alante y por lo menos no sangraba ni tenía nada interno. Le llevamos al hospital y después de pagar los 100 euros que nos desvalijaron nos fuimos a casa. Y ahora tengo que aguantar al pobre invalido 3 semanas sin moverse, cagándose y meándose en el parquet y lo que es peor, a SP1 dándome el coñazo con el pobre manco